¿Cómo Celebramos Adviento?


I.- Confeccionando Una Corona :
La corona es de forma circular, por que simboliza el amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin. Tiene ramas verdes que simbolizan la esperanza y la vida. Sus cuatro velas simbolizan la luz que necesitamos en nuestra vida y que vence la oscuridad del pecado.

II.-Rezando en torno a la Corona: En familia dispongamos cada día un momento para orar e invitemos a nuestros amigos a compartir un momento de oración.

III.-Cantando villancicos: es un modo de demostrar nuestra alegría y gratitud a Jesús.

CELEBREMOS EN FAMILIA ADVIENTO






El adviento comprende las cuatro semanas antes de la Navidad. Es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada del Señor.
En el adviento nos preparamos para la navidad y la segunda venida de Cristo al mundo, cuando volverá como Rey de todo el Universo.
Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios y hacer un plan de vida para mejorar como personas.

Recemos en Familia



MES DE MARIA
María
Madre Nuestra


Cada día del Mes
Un Regalo para María


Presentamos algunas meditaciones para que juntos en familia hagamos oración y recemos una decena del Santo Rosario cada día durante este mes.





1.-MEDITACIÓN “El nombre de la Virgen era María” (Lucas 1,27).
¡Oh hermosa Señora, nos alegramos en tu Hijo Resucitado ya que Dios te ha amado tanto para hacerte Hija del Padre, Esposa del Espíritu Santo y Madre de Su Hijo!. Amén.





2.-MEDITACION “Hágase en mi según Tu Palabra”. “El que haga la Voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Marcos 3,35).
¡Oh María, Preciosísima, Cáliz de Amor!. Te ofrecemos nuestro corazón para que lo guardes junto a ti, uniéndolo al de tu Hijo Dios, como entrega de amor. Amén.





3° MEDITACION “Por ser su Hijo Dios, María es Madre de Dios” (Lucas 1,3-5)
¡Oh María, te agradecemos el regalo que nos ha hecho nuestro Dios amado, tómanos en tus hermosas manos para hacernos santos. Amén.





4.- MEDITACION “De Ella nació Jesús, llamado el Cristo” (Mateo 1,16).
¡Oh Madre de Dios, oh Madre del dolor!. Como Corredentora que eres, imprime en nuestro corazón las Llagas del Señor, para participar de la Fiesta de la Salvación. Amén.





5.- MEDITACION :“Mujer, ahí tienes a tu hijo, después dijo al discípulo, he ahí a tu Madre” (Juan 19,26-27).
¡Oh Madre de la Divina Gracia, que nos llevas a la Vida! Muéstranos como Manantial de Gracia el camino hacia la verdadera Patria. Tu, llena de Gracia, sed la Salvación de nuestras pobres almas. Amén.





6.- MEDITACION: “Alégrate, la llena de Gracia, el Señor está contigo” (Lucas 1,28)..
¡Oh María, Gracia plena!. Permítenos que nos alegremos con vos ya que el Señor te eligió y nos regaló tu Corazón, para que pongamos el nuestro como ofrenda al Dios Eterno. Amén.





7.- MEDITACION: “Cómo se me concede que venga a mí la Madre de Mi Señor” (Lucas 1,43). ¡Oh tierno Corazón de María!. Haz que tus hijos demuestren a todos lo que es el Amor, lo que es el Señor en nosotros, para servir y siempre decirte si. Amén.










Oraciones a María

María Madre





María: Hoy te queremos invocar con el nombre más bonito; queremos llamarte MADRE.
Queremos pedirte que estés cerca de nosotros.
Que cuides nuestro crecimiento como cuidaste el de Jesús.
Queremos acordarnos de ti y sentirte cerca
en nuestros momentos difíciles;
y también, en los momentos fáciles y gozosos.
Ojalá sepamos quererte como te quería Jesús.
Ojalá sepamos imitarte en decirle sí a Dios.
Ojalá elijamos en todo momento lo que es bueno y sincero, como elegiste tú.
¡Santa María Madre de Jesús y Madre Nuestra, ruega por nosotros!


Invocación a María





Bendita sea tu pureza, y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial princesa, Virgen sagrada, María, te ofrezco desde este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión; no me dejes, Madre mía.


MES DE MARIA 2009



María Madre Nuestra
Oh María, oh dulcísima, oh dueña mía!. Vengo a entregarte lo poco que poseo yo, pues sólo tuyo soy para que lo pongas en oblación ante el Trono de nuestro Señor. Te doy mi voluntad, para que no exista más y sea siempre la Voluntad del Padre Celestial.