Escuchar la Realidad
TALLER DE CRECIMIENTO PERSONAL
Aprender a leer la realidad con toda su verdad y saber responder a la luz del Evangelio de Jesucristo.
Lugar: Colegio Santa Úrsula Maipú
Fecha: Lunes 6, 13 y 20 de junio
Horario: 19:45 a 21:00
Coordina Pastoral Familiar
Dirige: Sor María Josefina
Inscripciones: escucharlarealidad@gmail.com

QUE ¿DÓNDE ESTOY ME PREGUNTAS?


Vivo y camino en la tierra
peregrino hacia Emaús
para sentarme a tu mesa,
que al partir de nuevo el pan
descubrirás mi Presencia.

Que ¿dónde estoy me preguntas?
Estoy aquí con vosotros,
con el alma en flor despierta
en esta Pascua de Amor
galopando por las venas
de vuestra sangre empapada
de un Dios que vive y que sueña.

Que ¿dónde estoy me preguntas?
Desnúdate a la sorpresa,
abre los ojos y mira
hacia dentro y hacia fuera,
que en el lagar del dolor
y en la noria del amor,
Yo, tu Dios, llamo a la puerta.

Que ¿dónde estoy me preguntas?
Resucitado a tu vera.
Gritad conmigo: ¡Aleluya!
Ha merecido la pena.
Seréis testigos, amigos,
de esta verdad verdadera:
RESUCITÉ DEL SEPULCRO
Y CIELO SE HIZO LA TIERRA.

Que ¿dónde estoy me preguntas?
En tu vida es la respuesta.






«¡Hoy ha nacido Cristo, el Señor, el Salvador!». Esta alegre noticia invita a toda la creación a cantar al Señor «un cántico nuevo»: «Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque» (Sal 95, 11-12).


“Adviento, un tiempo para vivir y celebrar, bajo el signo de “encuentro” entre un Dios que viene al encuentro del hombre, y el hombre en busca de Dios”


ORACION

De luz nueva se viste la tierra,
porque el sol que del cielo ha venido
en el seno feliz de la Virgen
de su carne se ha revestido.

El amor hizo nuevas las cosas,
el Espíritu ha descendido
y la sombra del que es poderoso
en la Virgen su luz ha encendido.

Ya la tierra reclama su fruto
y de bodas se anuncia la alegría,
el Señor que en los cielos moraba
se hizo carne en la Virgen María.

Gloria a Dios, el Señor poderoso,
a su Hijo y Espíritu Santo,
que en su gracia y su amor nos bendijo
y a su reino nos ha destinado.

Amén