El Amor no es jactancioso - ¿Soy Jactancioso?

La Jactancia:

“El amor no se hace notar”, no se puede poner en primera fila, como dice San Pablo, ”trompetear por delante”, para hacer el bien. Jesús lo llama “hipocresía”. El verdadero amor es desinteresado y por definición, descentrado de sí mismo. Como se dice, “El amor (el bien), no hace ruido…”
Todo presupone una purificación del amor. Aprendemos a lo largo de los años a liberarnos de esta “sed” por ser conocidos, de buscar incesantemente la aprobación de los demás.; dice Jesús: “Practicamos nuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos”
(leer libro pag.54)

¿Cómo evito ser jactancioso?

Jesús recetó algunos antídotos concernientes en abajarse y colocarse en el último puesto:
Por medio de una parábola Jesús les enseñó: ”Cuando sean invitados por alguien a una boda, no se pongan en el primer puesto, no sea que haya sido convidado otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: “Deja el sitio a éste”, y entonces vayas a ocupar, avergonzado, el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en él último puesto, de manera que cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba”. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se ensalce será humillado; y el que se humille, será ensalzado”.
O también: “El que quiera llegar a ser grande entre vosotros, sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, sea el esclavo de todos”:

“El amor no es Jactancioso”…, Esto concierne a nuestras palabras. El amor mide nuestras palabras, aleja de nosotros la vanagloria. En la medida en que cada uno se va revelando a los demás, nuestra vida se transforma en una conversión a nivel de palabras. Tomemos a Maria como modelo “Su silencio interior transforma en perlas finas cada una de sus palabra “. Por ello hagamos que cada una de nuestras palabras sean el fruto de nuestro silencio.
El silencio interior es una hermosa experiencia en la que podemos conectar con lo más puro y elevado de nuestro ser espiritual. Es un estado en el que nuestra mente y nuestro intelecto van más allá de todos los asuntos mundanos, de todo el ruido generado por los pensamientos que creamos acerca de las situaciones externas, tareas, conversaciones, informaciones recibidas, etc.
El silencio interior es como acceder a un espacio sagrado en el que brilla nuestra esencia, el alma, como un radiante punto de energía espiritual, que irradia sus cualidades intrínsecas de amor, paz, pureza y dicha. Nos permite a la vez el abrirnos a la fuente divina de luz y poder espiritual.

Jactarnos con nuestras palabras, charlas prolongadas, secretos no guardados, curiosear en la vida de los demás, contarse intimidades, nos conduce a exhibir nuestra vanidad humana y es caldo de cultivo para una vida superficial que nos impide escuchar la Palabra de Dios en nuestro corazón..
Midamos y dominemos nuestras palabras. Pidámosle al Espíritu Santo que nos de esta Gracia.
Más Vale Callarse y Ser Discreto,

El Amor es Discreto: Santa Catalina dice:
“La discreción aparta nuestro cuerpo de las delicias y delicadezas de este mundo, nos aleja de la sociedad de lo mundano y nos acerca a lo de los siervos de Dios. Regula todos los miembros del cuerpo para que sean modestos y dueños de si. El ojo no mira lo prohibido, solo ve ante el la tierra y el cielo. El oído huye de los discursos placenteros, halagadores, disolutos, y de conversaciones maledicentes; en cambio esta atento a escuchar la Palabra de Dios y las quejas del Prójimo para compartir y aliviar sus necesidades.”
“La discreción no es otra cosa que el verdadero conocimiento que el alma debe tener de si misma y de mi persona. La Discreción no seria una virtud y no produciría frutos de no estar arraigada en la virtud de la humildad, ya que la humildad procede del conocimiento que el alma tiene de si misma.”
“Sin la Humildad, el alma seria indiscreta. Y la indiscreción tiene su fuente en el orgullo.”
“Los que poseen la virtud de la discreción. Dan al prójimo lo que le es debido, sobre todo el afecto que procede de la caridad, así como la humildad.”

Para meditar:

1.- ¿Me he dado cuenta que ser jactancioso es más fácil de lo que creía?
2.- ¿Cuándo he sido jactancioso?, ¿me gustó serlo?
3.- ¿Estoy dispuesto ayudar a otros para que no lo sean?

Oración

Señor, enséñame a no hablar
Como un bronce que retumba
O una campanilla aguda
Sino con amor.
Hazme capaz de comprender
Y dame la fe que mueve montañas,
Pero con amor.
Enséñame aquel amor que es siempre paciente y siempre gentil,
Nunca celoso, presumido, egoísta y quisquilloso,
El amor que encuentra alegría en la verdad,
Siempre preparado a perdonar,
A creer, a esperar y a soportar.
En fin, cuando todas las cosas finitas
Se disuelvan
Y todo sea claro
Haz que yo haya sido el débil pero constante
Reflejo de tu amor perfecto.”
Así sea

2 comentarios:

Por tus frutos seras medido.

El amor es la base de la doctrina de JESUCRISTO. He dejado que este amor se vuelque hacia los demas, abandonándome a mis ideas y dejando que fluyan las de Jesucristo.
¿He dado frutos en el amor, con la gracia del Espiritú Santo?
Puedo mirar a fuera de mi y ver la poyección de este amor en mis pares, en mi familia, en mis amigos.
Gran Tarea, yo aún no la concluyo.
Bendiciones y mucho amor

 

Gracias, me ayudó de mucho, que Dios Todopoderoso te bendiga y que su gracia este sobre ti y tu familia, que nuestro Padre Celestial esté sobre todas las cosas que hagas hoy, mañana y siempre. Paz a tu hogar. En el nombre Todopoderoso de Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

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